Wednesday, September 20, 2023

Definición Antropológica de Orisha IV


Definición Antropológica de Orisha. Investigación de Antropología Participativa, Sociología, Antropología Psicológica, Lingüística y Etnohistórica
ientras que por otra parte, múltiples pasajes o sucesos de origen realmente teológicos, sirven en otras tantas ocasiones de escenarios a estos personajes; con lo cual se mezclan entre sí, personajes reales con pasajes mitológicos; sucesos históricos, con leyendas; así como lugares geográficos terrenales y de ficción, que van desde la tierra hasta los cielos.
Únicamente con los antecedentes anteriores es que realmente estamos en condiciones de comprender como se fue fusionando la historia, el conocimiento práctico y la cultura real, con lo maravilloso; en esta cultura que nos trasciende y nos permite mediante sus consejos y observancias, vivir en la cotidianeidad de la vida existencial contemporánea, lo real maravilloso.
De esta manera apreciamos como las metáforas se constituyen en verdaderas realidades en la vida práctica real. Experiencia muy cotidiana entre los practicantes habituales.
Ahora resulta mucho más fácil comprender las analogías argumentales en los corpus literarios de las tradiciones orales de antecedentes africanos; sus orígenes, los elementos que la conforman; como se integran las tramas en sus intenciones, etc. Y otros muchos aspectos que se encuentran en su configuración y estructura literal de su oralidad; tales como los variadísimos propósitos que cumplen en el orden cultural; donde paladeamos lo didáctico, nos reprenden con sentencias o alertan con advertencias; nos metamorfosean con personajes negativos para ser censurados sin lastimar así un ego, que por aludido, en ocasiones anula al ser racional e inhibe la más acertada comprensión de nuestra razón equívoca.
De esta manera se puede presumir que, si El Mar sostiene una lucha constante contra los arrecifes hasta convertirlos en arena, las personas que su orisha tutelar sean Yemayá serán voluntariosas, persistentes, pertinaces en sus propósitos; aunque sus vidas se conviertan en espumas.
Que al igual que las olas, las cosas en su vida siempre les llegan y también se les van. Que según como es de intranquila la superficie de las aguas del mar; sus nervios generalmente son débiles ante el menor embate de una discusión. Que al igual que la burbuja de aire en agua va siempre a la superficie; resulta la propensión a los padecimientos respiratorios. Que del mismo modo que el mar se agita víctima de las corrientes de aire; serán personas susceptibles de enjuiciar, o juzgar por comentarios o conversaciones. Que de igual forma, que en el mar se produjeron las primeras manifestaciones de vida y cuenta con la mayor fauna; serán personas muy proliferas en su procreación y en el caso de las mujeres, una marcada propensión a la proliferación de quistes, nódulos etc. en ovarios, trompas y útero, con frecuentes irregularidades en su menstruación.
Sus lados débiles son sus nervios, el sistema respiratorio, los estados alérgicos y sobre todo su sistema neurovegetativo y así sucesivamente se va perfilando un arquetipo de personalidad con una extraordinaria riqueza de registros de caracteres que tienen su origen cultural en las manifestaciones y especificidades de cada elemento del mundo natural.
Por otra parte tenemos a Moremí, personaje de la vida real del pueblo Yorubá, quien según historias, mitos y leyendas facilitó su captura a las etnias de los pueblos Ibibios, para seducir con sus encantos a su Rey y, conocer de esta forma su estrategia de combate, la que posteriormente comunicó a su pueblo, con lo cual se facilitó la consolidación del Imperio logrando someterlos. A su muerte, la misma fue deificada por sus más altos dignatarios como Reina, como un resultando del proceso transculturador afro-africano, en las márgenes del río Oshún en Nigeria y, de la cual tomó su nombre y caracterología la deidad.
De este modo se puede comprender, que según fue de sacrificada ella por los hijos de su pueblo; de igual forma las personas que les corresponde este Orisha tutelar, sufren con frecuencia problemáticas importantes con sus hijos, que le roban la tranquilidad.
La necesidad que tuvo de aparentar ser feliz a cambio de la felicidad de su pueblo, supone, que sus actuales hijos tutelares tengan las mismas tendencias.
Que al igual que el río lleva un camino tortuoso; así es el curso de la vida que ellos experimentan. Que por su amor fingido en contra de su voluntad, es la patrona y protectora de las prostitutas. Que en virtud de haber tenido que someterse sexualmente, y vivir con esa contradicción interna; en el arquetipo orisha, sus iniciados afines, son personas que se debaten entre la necesidad de su pareja, pero siempre con una lucha antagónica de contrarios interna y de prejuicios, para no dejarse someter.
De ahí que la deidad coma en sacrificio animal de cuatro patas macho, pero castrado en el momento del sacrificio.
Todo esto permite comprender, porque este arquetipo de personalidad vive siempre con una insatisfacción con respecto a la vida, porqué siempre son personas necesitadas de mucho afecto y reconocimiento en su vida personal, porqué no perdonan las ofensas y los agravios; porqué, cuando deben llorar ríen y cuando deben reír, lloran.
Por todas estas razones, el curso de sus vidas es tan caprichoso, como el cause del río; tan precipitado y caudaloso, como persistentes sus corrientes y, hacen poco a poco el final de la desembocadura de sus vidas, tan salobres, como las aguas de los ríos cuando se internan en el mar.
Sus principales padecimientos son los trastornos genitales, los renales, los circulatorios, los parámetros o indicadores alterados en la composición de su sangre etc. alegórico a las corrientes de los ríos.
Otro de los arquetipos naturales deificado de mayor importancia es Obatalá.
Es el escultor de los humanos dentro del útero materno, luego de la fecundación. En el mismo, estos pueblos deificaron al proceso de formación y creación de los seres humanos; por ende goza de las consideraciones y respeto que merece como dueño y creador de todas las cabezas de los hombres y ello lo pone en el más alto sitial de los reyes.
Le acreditan la mayor experiencia, sapiencia y paciencia. Se le reconoce como padre de todos los demás Orishas. Por ser creador de los humanos es Luz Divina, lo cual se manifiesta en su profunda mesura y lógica.
Empero todas estas características registradas, con relación a las personas de esta filiación, suponen en el marco del contexto cultural, que estaremos en presencia de personas que siempre son buenas consejeros; facultados además para iniciar a personas de cualquier Orisha tutelar. Muy originales, creativos y bondadosos; pero con cierto sentido del orgullo y la altivez.
Son célebres tomando decisiones inteligentes y no pasionales. Excelentes padres, pero como parejas en las relaciones amorosas son muy polémicos; viven poseídos de su propio ego y ello les acarrea grandes incomprensiones a su alrededor. Son muy controvertidos consigo mismo y sufren fuertes contradicciones internas con relación a sus relaciones amorosas. No toleran que se les dispute su lugar o supremacía, e imbuidos de las características de la deidad, llegan a creer que son infalibles; sin embargo, en no pocas ocasiones es recomendable su proceso iniciático, a fin de que Obatalá les ponga a sus hijos, la cabeza que para sí mismo, en ocasiones les falta.
En sentido general, desde el punto de vista clínico su lado débil suelen ser los trastornos del cerebro, los endocrinos y los hepáticos-vesiculares; por la preponderancia hipotalámica de estos arquetipos y consecuentemente individuos hipergonados o con características endocrinológicas específicas.
De esta manera, muy escuetamente ejemplificada, fueron traspolando y sinonimiando una muy estrecha relación de registros y caracteres del mundo natural, en sus distintas expresiones o elementos hasta llegar a la recreación y concepción de una tabla de valores y conductas ético-morales; así como una de aspectos patológicos y sus etiologías; aplicables a los individuos, a grupos de ellos y a los sucesos de las comunidades; los que en atención y ajuste a esas normas de comportamiento de la naturaleza, les permitía llevar un molde de conducta y de principios, de acción y reacción, tan equilibrado como lo resulta el mundo natural.
Así como el desarrollo de toda una profilaxis sobre disfunciones, trastornos y patologías propias de cada arquetipo de personalidad, partiendo de los profundos conocimientos y cultura adquirida, de manera experiencial, sobre las observancias de las relaciones del mundo natural y sus interinfluencias.
De manera que cuando nos internamos en estas proforma de realización cultural, tanto como practicante de las mismas o como investigador, nos damos cuenta inmediatamente que estamos enfrentando más que una religión, un complejo fenómeno cultural; que trasciende mucho más allá de lo circunscrito al plano de lo teológico religioso, mucho más concreto que el presupuesto del milagro celestial y mucho más acorde con la extraordinaria dimensión del inteligente que vive en cada ser humano y la alternativa de solución a la problemática inherente al mismo.
Es evidente que los pueblos de la cultura que nos ocupa, han sido menos proclives a los suicidios por la fortaleza de su identidad individual y espiritualidad, que los de las sociedades "cultas" occidentales que los sometieron al régimen de colonias para su "civilización"; muy a pesar de la propagandeada espiritualidad, que los contenidos de sus proselitistas portadores intentan prometer que se puede alcanzar, en un paraíso que siempre es extraterrenal.
Todo esto en su momento conllevará al replanteo, cada vez más inminente, del papel que desempeñen las religiones en los distintos contextos sociales. Se hace imprescindible comprender que la verdadera realización de la espiritualidad de los humanos, está en su realización existencial contemporánea y en las vivencias del presente en cada contexto social.
No parece ser muy racionalmente prometedor ni muy alentador para los más precarios sectores sociales, en el marco de las vicisitudes actuales, las esperanzas de un feliz post morten religioso, en las precarias condiciones de vida actual, ni sirven de mucho a los sectores económicamente poderosos sus riquezas para resolver su problemática humana ni sus crisis existenciales; por su incapacidad de reconocer y de encontrar las soluciones en el marco de estas alternativas, que sólo abren los propios potenciales individuales inherentes a cada ser humano.
Al parecer la Fe, en algunas religiones, lleva implícito un importante presupuesto de paciencia y no de soluciones y, la primera de estas dos condiciones, es directamente proporcional a la última. En general, para tener paciencia, es imprescindible también estar en condiciones de esperar sentado y, ello depende de hasta donde lo permiten nuestras condiciones materiales, morales y espirituales; aspectos, que con independencia de nuestra riqueza y poder, siempre se ven afectados por aquello que escapa del alcance de nuestras manos.
Nelson Aboy Domingo
Diplomado Antropología/Etnología

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