No debemos confundirnos al intentar igualar a las distintas divinidades con OLODUMARE ya que todas estas sin exepcion fueron creadas por dios para ayudarlo a dirigir el mundo.
Por lo que nos debe quedar muy claro que todos los practicantes Yorubas (Sea Oosa , sea Ifa) tenemos un solo Dios (OLODUMARE)
Las divinidades, Orisas, Irunm
Las divinidades, Orisas, Irunm
ole , etc cumplen el mandato de dios de tratar de ayudar a los mortales en este mundo y hacer del mismo mas llevadero.
Cualquier sacerdote de cualquier divinidad antes de comenzar cualquier tipo de plegaria o ritual tiene que rendirle moforibale a OLODUMARE antes de a la deidad que representa sin distinciones.
Cualquier sacerdote de cualquier divinidad antes de comenzar cualquier tipo de plegaria o ritual tiene que rendirle moforibale a OLODUMARE antes de a la deidad que representa sin distinciones.
De todas las divinidades creadas por Dios solo Orunmila tuvo el privilegio de ser el testigo de la creación, también es reconocido como el segundo después de Olodumare (Por lo que no puede haber dudas de que Orunmila es la deidad de mayor poder y la mas cercana a OLODUMARE)
Posteriormente a la creación de los seres humanos, Dios se puso en función de crear y habitar la tierra, pero la reciente creación del hombre lo hacia muy inexperto para la gran tarea, por lo que dios determino enviar a las divinidades para que fundaran la nueva morada con su experiencia y poderes.
Según IFA, Dios comunico a las 200 divinidades su intención de crear condiciones favorables para la vida en el “divino astro” la tierra, se solicitaron voluntarios para esta tarea recordando que la tierra debería ser un lugar tan bello y apacible como el mismo cielo, incluso las mismas leyes regirían el cielo y la tierra.
Estas leyes fueron las siguientes:
-Nadie podría sentirse superior o ser arrogante ante el propio dios, todos deberán rendirle respeto antes de comenzar cualquier trabajo en la tierra, como su único creador y padre.
-Nadie deberá hacerle al otro lo que no le gustaría que le hicieran a el mismo.
-Nadie deberá hacerle al otro lo que no le gustaría que le hicieran a el mismo.
-Las divinidades ni nadie, podrían matar sin el debido juicio ante todas las divinidades.
-Ellos no podrían robar entre si por que el castigo del robo en el cielo es la muerte.
-No deben mentirse.
-No deben fijarse en la mujer, ni desear las cosas del otro.
-No deberán tomar venganza entre si, por que ante las agresiones y faltas estaba la disposición del concilio de divinidades quienes dictarían la justicia.
-Respetar la regla divina de que cualquiera que haga mal también la hara para la divinidad del perjudicado y el castigo podría verse en la descendencia del que causa el mal.
Finalmente pidió que no olvidarán que la clave del éxito era la perseverancia.
Una vez decidido esto por Dios, este determinó enviar a las divinidades a la tierra sin otro aviso, por lo que convocó a su sirvienta ARUGBA ( Figura femenina la asistente más cerca a OLODUMARE) para que fuera a casa de las distintas divinidades para ser convocadas a su palacio en la mañana siguiente, para el cumplimiento de una asignación especial.
ARUGBA partió muy temprano esa mañana. Sin embargo con anterioridad, Dios había preparado una Cámara especial completamente equipada con varios instrumentos, con los que él esperó que las divinidades llevaran a cabo su asignación en tierra.
El mensaje de Arugba a cada uno de las Divinidades estaba claro. “Mi padre me ha enviado para que lo invite a prepararse mañana por la mañana para una asignación especial. Usted deberá estar preparado a partir para la asignación en cuanto el mensaje Divino se dé a usted. Usted no regresara a su casa antes de embarcar en la misión.”
La mayoría de las divinidades tomó el mensaje literalmente y no se molestó para consultar a sus propios consejeros o ángeles guardianes sobre cómo prepararse para la asignación que Dios tenía reservado para ellos. Arugba visitó las casas de las divinidades en el orden de antigüedad lo que significó que Òrúnmìlà, el menor de las divinidades, fue el último en ser visitado.
Entretanto, Òrúnmìlà se encontraba realizando su adivinación habitual de cada mañana, fue aconsejado por Ifá para hacer una fiesta en ese día particular en anticipación de todas las visitas a su residencia. Cuando Arugba llego a la casa de Orumila y antes de este permitirle entregarle el mensaje divino, este la persuadió para que disfrutara de una suculenta comida. Ella comió a su satisfacción y entonces dijo a Òrúnmìlà que Dios quería que él se presentara en su Palacio el próximo día, junto con las otras Divinidades para un especial misión.
En reciprocidad por la hospitalidad de Òrúnmìlà, ella le confío algunos detalles sobre la cita de Dios en su palacio y la misión que este tenia reservada para las divinidades.
Ella le aconsejó que pidiera tres favores especiales a Dios además de cualquier cosa o instrumento que el encontrar en la cámara interna de Dios para ser ayudado en el cumplimiento de su misión.
Él debería pedirle el CAMALEON, (alagemo ) la gallina multi-coloreada de la casa de Dios, y la propia bolsa especial de Dios (akpominijekun en Yoruba y Agbavboko en Bini).
Al final Arugba dijo a Òrúnmìlà que si él deseaba él también pudiera persuadir a dios para permitirle a ella acompañarlo en su misión.
A la mañana siguiente, uno después del otro, todas las divinidades se reportaron en el Palacio Divino de Dios. En cuanto ellos llegaron allí, Dios le pidió a cada uno de ellos que marcharan hacia la tierra sin regresar a sus casas.
Uno detrás del otro fue llegando y recibiendo estas instrucciones. Las primeras divinidades que partieron hacia la tierra descubrieron que ni había tierra donde pisar y que todo el lugar era solo agua, había un solo árbol, una palmera que estaba en el medio del agua con sus raíces en la entrada del cielo.(Se refiere a la palmera de ikin).
A medida que fueron llegando a la tierra todos sin excepción se quedaron entre las ramas de la palmera.(La palmera de ikin fue la primera morada de todos los Irunmoles en su viaje a la tierra, por lo que es aceptado que se le ofrezca cualquier sacrificio a cualquier deidad siempre que se implore debidamente al pie de la palmera de ikin)
Todas las divinidades antes de su partida tuvieron la opción de recolectar de la cámara interna de dios los materiales que entendieran le serian útiles en su misión, estos instrumentos son los mismos que hoy en día se utilizan en la adoración especial de cada divinidad pues fueron los instrumentos que ellos decidieron llevarían consigo en su viaje a la tierra.
(Los instrumentos que cada Orisa tomo de la cámara divina de Olodumare
para que utilizaran como elementos de poder en la tierra, son los atributos o emblemas utilizados hasta hoy en día en las iniciaciones y preparaciones de cada Orisa, el Ose de Sango, el abanico de Osun, el machete de Ogun, etc o sea los instrumentos de poder o Ase de cada deidad)
Cuando Òrúnmìlà llego al Palacio de Dios, todos los otros habían marchado. Cuando él se reporto al Omnipotente Padre también recibió la orden de marchar hacia la tierra, también como a los otros se le dio la opción de que tomara cualquier cosa de la cámara interna de Dios. Sin embargo solo quedaba una concha de caracol vacía pues ya las divinidades que lo habían antecedido habían tomado todo lo demás, pero siguiendo el consejo de ARUGBA de tomar lo que hubiera en la cámara de Dios , este tomo la concha de caracol.
Después le pidió tres deseos a Dios (Siguió el consejo de ARUGBA) para su viaje, estos fueron:
a) El camaleón –
b) la gallina multi-coloreada
c) La Divina bolsa del Omnipotente Padre, para llevar sus cosas.
d) El privilegio de ir a la tierra con Arugba, para recordarles de las reglas del cielo.
b) la gallina multi-coloreada
c) La Divina bolsa del Omnipotente Padre, para llevar sus cosas.
d) El privilegio de ir a la tierra con Arugba, para recordarles de las reglas del cielo.
Sus cuatro deseos fueron concedidos. Cuando él estaba saliendo, él recogió cuatro plantas diferentes que los sacerdotes de Ifá usan hasta el momento para todas sus preparaciones. (Las 4 plantas que nunca pueden faltar en un Itefa) Él también coleccionó una muestra de las plantas y animales que él pudo poner en su bolsa divina notando que todo cabía independientemente de su tamaño y también de sacar de la misma, cualquier cosa que el necesitaba.
Cuando Ọ̀rúnmìlà llegó a la puerta que daba a la tierra, se encontró con todos los otros Irúnmalẹ̀ sobre de las ramas de la palma, y no le quedó más remedio que unirse a ellos.
Después que Òrúnmìlà estuvo un tiempo sobre las ramas de la palmera de ikin hastaque escucho en su interior la voz de su consejera ARUGBA quien le aconsejó desde el interior de Àpò òmìnìjẹkùn, que pusiera la boca del caracol hacia abajo para vaciar su contenido sobre el agua,ya que en el interior de este se encontraban los cimientos mágicos para la solidificación y formación de la tierra.
Cuando Òrúnmìlà puso la concha de caracol boca abajo, su contenido arenoso cayó al agua y comenzó a producir burbujas. En muy poco tiempo se comenzaron a apilar montones de arena alrededor del pie de la palma, después de haberse formado varios montones de arena, Arugbá nuevamente le habló a Òrúnmìlà, esta vez aconsejándole que dejara caer a la gallina en los montones de arena, al realizarlo y a medida que la gallina esparcía los montículos con sus patas, el área de terreno comenzó a extenderse.
Después que el terreno se extendio en una gran área, los otros Irúnmalè, quienes ahora se hallaban asombrados por la conducta misteriosa de Òrúnmìlà, le ordenaron que bajara y caminaría sobre el terreno para verificar si podía soportar su peso.
Una vez más, Arugbá le aconsejó a Òrúnmìlà que dejara bajar al camaleón para que éste fuera el primero en caminar sobre el terreno, el camaleón caminó dando pasos furtivos por miedo a que el terreno se hundiera bajo sus pies (estos son los mismos pasos que hasta el día de hoy da el camaleón, estos son los pasos cuidadosos que da el neófito en su procesión a Igbodu), la sorpresa de todos los Irúnmalẹ̀ fue al ver que el terreno resistió sin ningún inconveniente.
Tan pronto como Òrúnmìlà estuvo seguro que el terreno era lo adecuadamente fuerte, descendió de la palma, y su primera tarea fue trasplantar los árboles y plantas que había traído del cielo (Se considera que Orunmila es el poseedor del secreto de los ewe pues es el quien los trajo desde el cielo, la función de Osanyin es posterior) , después de esto, todos los otros Irúnmalẹ̀ bajaron del la palmera de Ikin como la primera morada de los Orisas o Irunmole en la tierra ( es también por esta razón que cuando nace un Babalawo u otro sacerdote de Orisa el cuarto sagrado deberá ser confeccionado con las hojas de la palmera, en el caso de Cuba esta representado por el Mariwo, esto es invocando el momento en que estos poderes bajaron a la tierra y propiciando a través de los rituales que baje todo el Ase)
Òrúnmìlà, siendo el más joven de todos los Irúnmalè, se quedó y sirvió a Ògún, Şàngó, Olókun, etc. En el periodo de su servidumbre, los Irúnmalè se confabularon en su contra para hacerse con Arugbá y fue así como Òrúnmìlà se vio privado de su consejera.
La presencia de Arugbá como única mujer en los alrededores, creó una serie de problemas entre los Irúnmalè, uno tras otro luchó por tenerla, la lucha por Arugbá muy pronto puso de manifiesto reacciones negativas en los Irúnmalè. Entre los más feroces se encontraban Şàngó, Şòpònná, Ògún, etc. Todos ellos lucharon entre sí con todas las armas que disponían, había una total confusión qué condujo a la amargura general entre los demás Irúnmalè, esta vez, Òrúnmìlà fue el primero en regresar al cielo para informar de los devastadores acontecimientos a Olódùmarè.
El papel de consejera desempeñado por Arugbá, ya no estaba al alcance de los Irúnmalè, porque a ella se le había privado de la compañía de Òrúnmìlà con quien había pactado ayudarle de forma voluntaria, gracs al sacrificio realizado por este en el cielo (ARUGBA era la única conocedora de los secretos de OLODUMARE y quien se los transmitió a ORUNMILA por ser este el único que se rigió por el oraculo de IFA realizando el ebbo propicio para contar con su apoyo, queda claro que fue ORUNMILA el único que conocía la importancia del ebbo).
Todos los Irúnmalè se habían establecido con los elementos que habían obtenido de la habitación de Olódùmarè, por su parte, Ọ̀rúnmìlà había perdido el uso de todas sus cosas que él había traído incluyendo a Àpò òmìnìjẹkùn, pues sin el consejo de Arugbá, no sabía cómo utilizarlos.(Esta es la etapa perdida del dominio de los otros ORISAS e IRUNMOLE por encima del poder de IFA, muchos se basan en esta etapa para proclamar que Oosa es mayor que IFA y que los poderes de IFA provienen de la Oosa).
Después de vivir una vida de privaciones y penurias, decidió regresar al cielo con el designio de preguntarle a Olódùmarè por qué la vida en la tierra era tan dolorosamente diferente de la vida en el cielo, y que incluso las cuatro plantas que había transportado del cielo a la tierra no lo habían ayudado.
Cuando llegó el momento para Ọ̀rúnmìlà de regresar al cielo, fue al pie de la palma y ascendió hasta alcanzar sus ramas. Desde ahí la palma se transfiguró en el cielo. Tan pronto como Òrúnmìlà partió hacia el cielo los otros Irúnmalè rehusaron cooperar entre sí, el hermano más joven que tenían, quien solía servirlos a todos, se había marchado y ninguno estaba preparado para ayudarse mutuamente.
Òrúnmìlà ya estando en el cielo fue uno de los pocos Irúnmalè que vieron el final de la existencia física de Olódùmarè (Òrúnmìlà Elérí Ípìn – Òrúnmìlà el testigo de la creación). El todopoderoso, de quien se sabía que nunca perdía la cordura y en todo momento mantenía un buen carácter (Ìwà Pèlé), se encontraba disgustado al ver a Òrúnmìlà, éste se disculpó ante Olódùmarè y explicó las dificultades que había experimentado en la tierra a causa de las muchas faltas de los otros Irúnmalè. Se lamentó que sorprendentemente, las reglas del cielo no estaban siendo respetadas en la tierra.
Después de atender al informe de Òrúnmìlà, Olódùmarè lo autorizó a permanecer por un muy breve tiempo en el cielo, y envió a Elénìní (La deidad del obstáculo) , para que fuera y verificara lo expuesto por Òrúnmìlà.
Cuando Elénìní llegó a la tierra, observó de cerca el comportamiento de los Irúnmalè restantes. No sólo estaba satisfecho por lo exacto del relato de Òrúnmìlà, sino que temió que con los sucesos prevalecientes, los Irúnmalè terminarían en guerras feroces unos contra otros. Elénìní observo que la vida era intolerable, especialmente porque no había medio de intercambio comercial y la necesidad del dinero se había hecho inminente.
Uno tras otro, todos los Irúnmalè regresaron al cielo para informar de la imposibilidad de la misión, y le solicitaron 3 cosas a Olódùmarè.
-Ase (el poder divino para hacer posible las cosas que desearan)
-Que los hombres los obedecieran y sirvieran.
-Que les diera dinero -Owó para poder comerciar en la tierra.
-Que los hombres los obedecieran y sirvieran.
-Que les diera dinero -Owó para poder comerciar en la tierra.
OLODUMARE les comunico que les concedería los tres deseos, pero que el Owó lo enviaría a la tierra una ves que ellos ya estuvieran ahí.
Todos los Irúnmalè, incluyendo a Òrúnmìlà, recibieron el mandato de regresar a la tierra a completar la misión que habían iniciado. Esta vez, el viaje fue mas favorable al poder ir por un camino plenamente firme.
Uno tras otro, los Irúnmalè comenzaron a regresar a la tierra con sus seguidores humanos ( Los descendientes de estos primeros seguidores de cada Orisa en particular son los que iniciaron los sacerdocios de adoración a determinados Orisas , los Olorisas actuales de Sango son decendientes de los seguidores originales que acompañaron en su viaje a la tierra al Orisa Sango, los Babalawos somos desendientes de aquellos que vinieron con Orunmila a la tierra).
Ninguno tuvo la precaucion de tratar de entender los factores responsables de las dificultades que habían afrontado en la tierra, por ello, Èşù prometió crear problemas para cualquier Irúnmalè que no buscara su apoyo antes de regresar a la tierra.
Antes de abandonar el cielo, Olódùmarè aconsejo a Òrúnmìlà que regresara al pie de la sagrada palma por la que los Irúnmalè habían descendido la primera ocasión y se le aconsejo que no buscara refugio ante el aguacero que caería.
Antes de partir a la tierra, Òrúnmìlà buscó la ayuda de su consejero (Ifá), quien le dijo que no se apresurase en obtener a Owó, y que ofreciera un sacrificio a Èşù antes de abandonar el cielo. Òrúnmìlà realizo todo tal y como se le dijo.
(No se encuentra referencia de ningun oraculo consultado por los Irunmole u Orisa, según parece el unico oraculo conocido en los inicios es el oraculo de IFA de esclucivo uso de Orunmila).
Tan pronto como los Irúnmalè partieron en su viaje a la tierra, la lluvia o mejor diluvio comenzó a caer y continuó durante varios días y noches. Òrúnmìlà fue directo a construir una vivienda al pie de la palma, sin embargo, el resto de los Irúnmalè no hallaron el camino hasta que la lluvia se detuvo, este fue un periodo de mil días y mil noches. Cuando la lluvia ceso, los Irúnmalè se encontraron con un adivino a la orilla de un camino llamado Òkìtì kpúke, quien les aconsejó que sólo podrían establecerse adecuadamente después de venerar el sitio de su origen (al pie de la palma).
Les tomó tiempo encontrar la palma donde Òrúnmìlà había establecido una vivienda adecuada (debido a que Òrúnmìlà era el guardian de la palma, este obtuvo los beneficios de todos los sacrificios hechos por cada uno de los Irúnmalè, por esta razon la implicación de IFA para cualquier ceremonia de “llegada de un Orisa-iniciacion es obligada, por que todos tuvieron que ofrendar sacrificio al pie de la palmera que resulto ser el Ile de Orunmila).
Cuando todos estaban asentadose en la tierra , Odídẹ – Odídẹrẹ́ – fue el primero en descubrir el cúmulo de cauris (caracoles utilizados tradicionalmente en la adoracion y culto a Orisa, representan el owo –dinero) que se apreciaba desde el cielo a la tierra.
Odídẹ alertó a los Irúnmalẹ̀, quienes, sin los preparativos adecuados, comenzaron a extraer a Owó de la montaña que llegaba hasta el cielo. Èşù persistía en destruir a todos los Irúnmalè que no reconocieran su influencia y autoridad. Cuando Òrúnmìlà vio que todos los Irúnmalè que corrieron tras Owó no regresaron, decidió descubrir lo que estaba sucediendo.
Cuando llego al pie de la montaña de cauries halló que todos los Irúnmalè habían perecido bajo la avalancha de Owó, por lo tanto, decidió llamar a su divinidad protector (Ifá) para saber a qué, o quien, se le podía adjudicar la culpabilidad de aquella destrucción .
Ifá le dijo que cualquiera que se acercara a Owó con codicia y avaricia, estaba destinado a ser destruido por él, debido a que Owó siempre era un fenómeno hambriento, cualquiera que deseara disfrutar del beneficio de Owó, tenía primero que alimentar a Owó. Ifá le aconsejo a Òrúnmìlà lo que tenía que hacer para alimentar a Owó, y también cómo extraerlo, inmediatamente después de escuchar el consejo de Ifá, Òrúnmìlà hizo lo que le recomendó Ifá, y se convirtió en el único Irúnmalè que triunfó al convertir a Owó en su sirviente.
El triunfo de Òrúnmìlà, al descubrir el secreto de Owó, le ganó la ira de los Irúnmalè no sucumbidos, los cuales recurrieron a la agresión abierta para destruirlo.
Fue a través del consejo y el Ẹbọ (sacrificio), revelado por el Odù Èjìogbè que Òrúnmìlà logró que sus enemigos pelearan entre si. Hubo un eyo total sobre el planeta en cuanto a la repartición de Owó. Mientras tanto, estaban llegando las noticias al cielo.
Olódùmarè envió a Ikú (la muerte) para que eliminara a los responsables del conflicto, sin embargo, Ikú aunque trató, no lo logró. Solamente pudo eliminar a los seguidores de los Irúnmalè conflictivos, no así a los Irúnmalè como tal (Owó logró aplastar a varios de los Irúnmalè, debido a que habían ignorado totalmente las leyes del cielo cuando llegaron al mundo). Una vez destruidos los seguidores de los Irúnmalè por Ikú, los Irúnmalè descubrieron que era poco lo que podían hacer sin la ayuda de sus auxiliares.
Le llegó el turno a Elénìní (considerado la energía más fuerte y deidad del infortunio) de venir y acabar con todos los Irúnmalè. Elénìní partió del palacio de Olódùmarè con instrucciones claras de regresar al cielo con el resto de los Irúnmalè, se encamino con su Àpò òmìnìjẹkùn (Bolso con propiedades mágicas, es el bolso que utilizan los Babalawos conocido tambien como Akapo Ifa) para recolectarlos a todos, y traerlos de regreso al cielo.
Una mañana Òrúnmìlà hizo su adivinación diaria, y vio que un gran peligro se estaba acercando. Ifá le aconsejó que hiciera una comida para un visitante poderoso que venía del cielo, le dijo que vería algo en el horizonte tres días antes de la llegada del visitante, y que cuando este llegara , Òrúnmìlà tenía que reunir a sus seguidores y bailar en procesión desde su casa hasta el palacio donde continuarían bailando y cantando en alabanza del visitante. Esa era la única forma en la que él y sus seguidores podían salvarse de la inminente catástrofe (La única manera posible de aplacar a Elinini es realizando ebbo siguiendo las indicaciones de IFA).
Òrúnmìlà hizo todo tal y como se le dijo. Siete días más tarde, vio una estrella roja aparecer en el cielo comprendiendo inmediatamente que el poderoso visitante estaba en camino. Posteriormente hizo los preparativos que Ifá le había aconsejado , pero sin saber que ya el visitante estaba en la tierra.
El primer lugar de visita de Elénìní fue la casa de Ògún, se encontró con Ògún en su taller, y rápidamente lo convirtió en una hoja colocándolo en su Àpò òmìnìjẹkùn. En los tres días posteriores, hizo lo mismo con todos los otros Irúnmalè.
Al tercer día, tenía a todos los Irúnmalẹ̀ introducidos en su Àpò òmìnìjẹkùn, y había llegado la hora de ir a capturar a Òrúnmìlà. En el trayecto a la casa de Òrúnmìlà, Elénìní se encontró con la larga procesión de personas que bailaban y cantaban en su alabanza, inmediatamente le ofrecieron en alimento Obì Àbàtà (nuez de kola), y Omi todos lo llamaron Bàbá (padre) y la divinidad más poderosa de Olódùmarè, por primera vez desde que arribo al mundo sonrió.
Òrúnmìlà entonces, salió y le dijo: Bàbá Elénìní, sospecho que debe estar hambriento, y por ello le he preparado un festín en honor a su llegada Elénìní lo acompañó a la cabeza de la procesión hasta la casa, en medio de cantos y bailes, al llegar al hogar de Òrúnmìlà, Elénìní fue grandemente halagado con todas sus comidas predilectas, por lo que se hallaba muy satisfecho.
Al finalizar sus alimentos, Elénìní señaló que si todos los otros Irúnmalè hubiesen sido tan corteses como Òrúnmìlà, el cielo no se hubiera llenado de informaciones relacionadas con atrocidades que estos cometieron en la tierra. Le dijo a Òrúnmìlà y a sus seguidores, que Olódùmarè no había creado al mundo como antónimo, sino como sinónimo del cielo. Informó que Olódùmarè tenía la firme determinación de destruir al mundo para no permitir que continuara como una vergüenza de la bondad de su imagen y reflejo.
Posteriormente, Elénìní preguntó a Òrúnmìlà: ¿Con tu sabidu
ría, crees poder transformar el mundo en un lugar más placentero? A lo que Òrúnmìlà respondió:
Bàbá Elénìní, realmente la tarea no es fácil, pero continuare haciendo mi mejor esfuerzo
(Observen que solo a traves de IFA puede apaciguarse y controlarse a la deidad del infortunio -Elinini).
(Observen que solo a traves de IFA puede apaciguarse y controlarse a la deidad del infortunio -Elinini).
Al escuchar la sincera respuesta de Òrúnmìlà, Elénìní le entregó su Àpò òmìnìjẹkùn (Recupera Orunmila su Apo que ademas contenida en su interior a todos los irunmole por lo que todos dependían de la decisión de Orunmila) que contenía a todos los otros Irúnmalè, y proclamó que desde ese momento en adelante, Òrúnmìlà gozaría de autoridad absoluta sobre todos ellos ( A partir de este momento Orunmila es proclamado como la mayor deidad , la de mayor poder entre todos los Orisas, todos los Orisas habían sido liberados por el).
Tan pronto como los Irúnmalè recuperaron su libertad, volvieron a su lucha fratricida y estaban particularmente disgustados por el hecho que había sido Òrúnmìlà quien los había salvado del poderoso Elénìní.
Las noticias de sus atrocidades, continuaban llegando al cielo, y Olódùmarè había sido informado que Òrúnmìlà era el único Irúnmalè que acataba las leyes del cielo, entonces invitó a la palma a que fuera a la tierra para que sirviera de plataforma de manera que Òrúnmìlà ascendiera al cielo con sus seguidores. Una noche Ifá invitó a Òrúnmìlà a subirse en una palma que había crecido repentinamente frente a su casa, diciéndole que le daba únicamente tres días para que se preparara.
Ọ̀rúnmìlà subió a la palma, e invitó a sus seguidores que lo siguieran, cuando llegaron a la copa de la palma, fueron absorbidos por el cielo, y pronto llegaron sin problemas al cielo (A los tres dias los segidores de Orunmila que sean iniciados en el sacerdocio de Ifa han logrado recibir el mensaje del cielo, el tercer dia se revela como de suma importancia quizas esa sea la razon por la que en Cuba se hace Ita solo al tercer dia).
Olódùmarè liberó el dique que retenía la lluvia, y el diluvio que le siguió a esto inundó y consumió el mundo (Ifá revela que pasaron siete generaciones en el cielo antes que Olódùmarè decidiera intentar una segunda tentativa para poblar la tierra).
Los Irúnmalè sobrevivientes argumentaron a Olódùmarè que el primer intento de hacer de la tierra un lugar placentero, había sido fallido debido a que eran muchos dirigiendo y haciendo la misma tarea, con la misma responsabilidad, Olódùmarè cedió ante las sugerencias de los Irúnmalè, y decidió darle nuevamente a cada uno de ellos una oportunidad para que agotaran sus capacidades.
Fue Elénìní, quien propuso que Ògún Alágbẹ̀dẹ (el ingeniero – el herrero), fuera el primero en probar, Ògún Alágbẹ̀dẹ aceptó el reto, y decidió sin demora salir a cumplir la misión.
Fue Elénìní, quien propuso que Ògún Alágbẹ̀dẹ (el ingeniero – el herrero), fuera el primero en probar, Ògún Alágbẹ̀dẹ aceptó el reto, y decidió sin demora salir a cumplir la misión.
Ògún Alágbẹ̀dẹ , fue enviado por Olódùmarè a preparar el camino para los otros. Como dueño del hierro de la divinosfera (el mundo de las divinidades), él debía crear la infraestructura para que los otros pudieran poblar el mundo. Se le envió con 200 seres humanos (hombres y mujeres) para habitar el planeta , sin embargo, Ògún Alágbẹ̀dẹ era tan egocéntrico, que antes de partir con sus seguidores a cumplir el mandato, no halló ningún sentido en consultar a ningún otro Irúnmalè en el cielo en busca de consejo y recomendaciones, tampoco fue a donde Esu pues este no reconocía su poder.
Salió hacia la tierra con sus 200 seguidores sin previamente molestarse en realizar los preparativos necesarios para alimentarlos en la tierra. Él pensó que fundar una morada en un ambiente virgen era como ir a la guerra .
Tan pronto como cruzaron la última de las siete colinas que se hallaban antes de llegar a la frontera del cielo, llegaron a la zona gris entre el cielo y la tierra , En ese momento se movieron en la zona oscura de la frontera donde el sol no brilla , al llegar al mundo, sin demora alguna ubicó a los hombres a trabajar, con la finalidad que prepararan viviendas y caminos. A la mañana siguiente sus seguidores le preguntaron que comerian.
(Todos conocemos el fracaso de la mision de Ogun al darles de comer solo palos a sus seguidores ., estos murieron de hambre y el regreso al cielo sin poder cumplir el mandato).
Después de esto, Olódùmarè invitó a Olókun a que fuera al mundo a fundar allí una morada, a él también se le dieron 200 personas para que lo acompañaran, sin embargo, y al igual que Ògún Alágbẹ̀dẹ, Olókun partió sin realizar los preparativos necesarios para la travesía, el al igual que Ogun tampoco solicito la asistencia de Esu.
Al llegar a la tierra, los seguidores de Olókun también le preguntaron a éste acerca del alimento, al no haber alimento, él les dio agua para que subsistieran, lo cual no les dio satisfacción, como sus seguidores estaban muriéndose de hambre, Olókun, en un periodo aú
Olódùmarè invitó a un grupo de otros Irúnmalè para que cumplieran la tarea, pero ellos rehusaron con amabilidad, ya que dudaban que pudieran triunfar en una misión que había desafiado los esfuerzos de los dos mayores Irúnmalè “Ògún y Olókun”. Olódùmarè, quien estaba decidido a fundar una morada en la tierra, finalmente invitó a Òrúnmìlà para que hiciera el próximo intento.
Òrúnmìlà acepto la proposición de Olódùmarè, e inmediatamente buscó el consejo de los ancianos celestiales quienes le inspiraron que buscara la ayuda de Èşù, y que le ofreciera un sacrificio. Inmediatamente después, Òrúnmìlà realizo el sacrificio según lo indicado por el consejo de ancianos celestiales, y al unísono, Èşù le recomendó que partiera al mundo con especies de todos los animales disponibles en el cielo, el recolectó todo esto en su Àpò òmìnìjẹkù.
Òrúnmìlà cometió el error inicial de no buscar el consejo de sus dos colegas de más antigüedad, Ògún y Olókun, quienes anteriormente habían hecho tentativas infructuosas de fundar el mundo. Cuando él partió en su viaje, Èşù fue a burlarse de Ògún y Olókun, y les expuso que Òrúnmìlà, el Irúnmalè más joven, había solicitado y obtenido su autorización antes de salir hacia el mundo, y que éste iba a triunfar donde ellos dos habían fracasado.
Èşù les dijo que su fracaso era el castigo por no haber buscado y obtenido su apoyo antes de partir hacia la tierra, y les recordó el dicho celestial:
“El perro sólo sigue a quien lo trata con benevolencia”
Para no extendernos no prosigo con el comentario de la reaccion de Ogun y Olokun para bloquear a Orunmila en su mision y como este logro contar con su apoyo posteriormente y lograr su proposito.
El lugar por donde ellos penetraron a la tierra, fue un espeso bosque, por lo que rápidamente hizo que sus seguidores construyeran viviendas provisionales para que las habitaran, mientras él se ocupaba de sembrar las plantas que había traído del cielo. A medida que las semillas iban siendo sembradas, Èşù intervenía con sus encantamientos y hacia que crecieran y dieran frutos el mismo día. A la mañana siguiente, los frutos estaban listos para ser recolectados, estos incluían maíz, plátanos, ñames, cocos, etc. Los pájaros y animales que habían traído, también gracias a la ayuda de Èşù se multiplicaron durante la noche, y estaban listos para ser consumidos al amanecer.
A la mañana siguiente, los seguidores de Òrúnmìlà se reunieron para preguntar por sus alimentos. Por respeto a la garantía que le había dado a Ògún Alágbẹ̀dẹ en el cielo de alimentar a sus seguidores como éste lo había hecho, Òrúnmìlà les dio palos a todos sus discípulos para que comieran, seguidamente también respetó los deseos de Olókun, y les dio agua para que bebieran (Hasta el día el ser humano bebe agua y se limpia los dientes cuando come, los yorubas aun utilizan un palillo para esto) .
Después que sus seguidores recibieron palos y agua, ellos aún solicitaron más comida, él les dijo que fueran a la huerta, y que recogieran lo necesario para alimentarse, se pasaron el día en el campo y comenzaron a comer todo aquello que deseaban, los animales también estaban disponibles en abundancia proveyéndolos de carne, después de esto, en la tierra como sus primeros habitantes.(Los seguidores de Orunmila, los adoradores de IFA –ORUNMILA fueron los primeros habitantes que lograron vivir en la tierra).
Mientras tanto, Òrúnmìlà pensó en ir al cielo para informar a Olódùmarè el éxito de sus esfuerzos. Al llegar, Òrúnmìlà primeramente contó a Olódùmarè el éxito de su misión, y finalmente al consejo de Irúnmalè. Las noticias de su triunfo fueron recibidas con murmullos de envidia, y esto marcó el inicio del final de la estrecha afinidad que por un escaso periodo había existido entre los Irúnmalè en el cielo, los logros de Òrúnmìlà le ocasionaron envidias y discordias con otros Irúnmalè. (Que existan hoy en la actualidad discrepancias entre los seguidores de las restantes deidades y los seguidores de Orunmila no es algo nuevo es algo que muchos no conocen que es asi desde el origen mismo del mundo)
Recordemos que los Irúnmalè agresivos que vinieron con Òrúnmìlà al mundo, lo hicieron con la determinación de destruir el mundo que Òrúnmìlà había construido.
Lamentablemente para ellos, no estaban bien preparados para el viaje, pues no habían obtenido autorización formal de Olódùmarè antes de abandonar el cielo. Al llegar al mundo, pronto descubrieron que sin la autorización de Olódùmarè no podían cumplir su misión, entonces se reunieron y decidieron regresar al cielo para obtener la autorización adecuada de Olódùmarè. Dirigidos por Ògún, el más antiguo de todos los Irúnmalè, se fueron nuevamente al cielo.
Al llegar al palacio de Olódùmarè, de nuevo solicitaron la divina autoridad Àşẹ (poder espiritual) con el cual podían hacer y deshacer a su antojo. Como Olódùmarè no rechaza ninguna solicitud, se los otorgó, y cada uno de los Irúnmalẹ̀ le entrego su propio Àşẹ.
Ògún se torno en el custodio de los Àşẹ de casi todos los Irúnmalẹ̀ y por ello cualquiera que quisiera hacer uso de su Àşẹ, tenia que ir donde se encontraba Ògún para obtenerlo, y posteriormente devolverlo tras haber hecho uso del mismo. (En la ceremonia iniciática de IFA tradicionalista e incluso la Afrocubana se contempla un ritual a Ogun y es esta la razón).
Con Àşẹ de autoridad, comenzaron a crearle todo tipo de problemas a Òrúnmìlà y a sus partidarios, quienes en su momento empezaron a hacer todo tipo de Ẹbọ para defenderse de los malos designios de los Irúnmalẹ̀ pendencieros. Cuando Òrúnmìlà y sus discípulos utilizaron todo el Owó (dinero) que tenían para hacer Ẹbọ con el fin de disipar las maquinaciones de los Irúnmalẹ̀ belicosos, Òrúnmìlà decidió preguntar a Ifá cual era el siguiente paso a seguir. Ifá le aconsejó que preparara un Ìgèdè Gbètúgbètú (encantamiento especial cuyo poder es crear que las peticiones no sean rechazadas, y después que estas sean concedidas no recordar absolutamente nada,Iguede vive en el estomago de Orunmila) ya preparado debía utilizarlo para visitar a Ògún, y ordenarle que le entregara todos los Àşẹ para custodiarlos.
Òrúnmìlà cumpliendo el sabio consejo de Ifá, preparó el encantamiento y se dirigió a visitar a Ògún. Al llegar a casa de Ògún, le dijo que había venido a llevarse todos los Àşẹ, sin ninguna vacilación y gracias al Ìgèdè Gbètúgbètú, Ògún fue al lugar donde guardaba los Àşẹ, los sacó todos y se los entregó sin vacilación a Òrúnmìlà. Con los Àşẹ en sus manos, Òrúnmìlà partió a su casa y al llegar allí, se los tragó todos ( Por esta razón es que el Oluwo puede realizar o participar en cualquier ceremonia iniciática de cualquier Orisa pues Orunmila tiene el Ase de bogbo Orisa, lo que se come en la iniciación de IFA representa precisamente eso, el ASE que vive en nuestro estomago).
Cinco días más tarde, Ògún que no recordaba lo acontecido con Òrúnmìlà, quiso usar su propio Àşẹ, y fue a buscarlo al lugar donde lo guardaba, para su sorpresa, descubrió que no sólo el suyo no estaba, sino que todos los demás pertenecientes al resto de los Irúnmalè habían desaparecido. Trató de recordar quién lo había visitado durante los últimos cinco días, pero infortunadamente para él su memoria falló y por ello decidió visitar a los otros Irúnmalè.
Primero fue a casa de Ọ̀rúnmìlà a preguntarle si él había sido el que había ido a hurtarle los Àşẹ, y Òrúnmìlà negó haberlo visitado, y mucho menos haberle robado los Àşẹ. Habiendo los Irúnmalẹ̀ perdido los Àşẹ, Òrúnmìlà y sus seguidores tuvieron sosiego, y comenzaron a vivir alegres y pacíficamente.
Tan pronto como se estableció un cimiento sólido para la morada permanente en la tierra, más habitantes del cielo comenzaron a realizar visitas frecuentes a la tierra, aquellos que hallaron que no resistían vivir en el cielo, se escaparon hacia la tierra, otros vinieron por curiosidad, la gran mayoría de los que siguieron a los Irúnmalè al mundo fueron sus discípulos del cielo.
Inicialmente fue posible durante largo tiempo caminar desde el cielo hasta la tierra en viajes de ida y vuelta, fue la solicitud hecha a Èşù por el género femenino la que puso fin al paso físico entre el cielo y la tierra, previamente era posible abandonar el cielo y llegar al mundo con claros recuerdos de lo que uno deseaba lograr en la tierra, fueron Èşù y Elénìní los que bloquearon ese momento en la memoria de los seres humanos con el objetivo que las personas se vieran en la necesidad de buscar el auxilio por medio de las divinidades y continuaran haciendo los Ẹbọ pertinentes.
(El camino del cielo a la tierra es sustituido por el vientre de la mujer, cuando venimos del cielo somos depositados en el vientre materno y llegamos a la tierra, olvidando por completo nuestro destino en la tierra y lo que nos fue concedido en el cielo…Iroso Mejis) . No soy el creador de este escrito ni me pertenece , todo esto pertenece solo a IFA y puede utilizarlo cualquier Babalawo.