El sistema de adivinación cubano de los caracoles tiene dos tipos fundamentales de consulta: la consulta oracular circunstancial y la consulta oracular de iniciación o Itá. La consulta oracular circunstancial es aquella en que cualquier persona, iniciada o no en el culto de los Orishas, acude ante un sacerdote con el objetivo de conocer las predicciones del oráculo para un futuro inmediato y encontrar solución a los problemas que
presenta o pueda presentar. En el presente capítulo se abordarán los principales pasos o etapas de la consulta oracular circunstancial y se ofrecerán ejemplos que ilustren la forma en que se conjugan todos los elementos integrantes del sistema durante el proceso. Como etapa inicial para realizar cualquier consulta, el sacerdote debe comenzar por su preparación. Los sacerdotes que se dedican sistemáticamente a consultar deben tener en cuenta que resulta convenienteauto consultarse antes de comenzar el trabajo del día, de forma que se puedan eliminar el mal o atraer y garantizar la llegada del bien. Esta práctica es común entre los sacerdotes de otros sistemas de adivinación; por ejemplo, los Babalawos acostumbran a autoconsultarse antes de comenzar el trabajo, a lo que suelen llamar "abrir el día". Concluida la autopreparación comienza la consulta en el local en que se encuentran los símbolos de las deidades del consultante. En esta etapa corresponde realizar el ritual y hacer las invocaciones que abren el proceso y que se describen a continuación. Sobre el suelo se coloca una estera de paja denominada eni y una jícara con agua fresca. El consultante se sienta sobre la estera, preferiblemente descansando la espalda contra una pared, mientras que el consultado lo hará sobre un banco pequeño con los pies descalzos puestos sobre la estera. El sacerdote
preguntará al consultado su nombre y apellidos, los que anotará encabezando la hoja de papel que continuará utilizando durante el resto de la consulta. Si la persona que se consulta está iniciada en el culto de los Orishas se agregará el nombre recibido en su iniciación. El consultado tomará el dinero correspondiente al pago de la consulta en su mano derecha y se tocará la frente, el ombligo, el hombro izquierdo y el derecho sucesivamente y acto seguido se lo entrega al consultante, quien lo coloca sobre los 16 caracoles que se encuentran en la estera. Seguidamente el sacerdote tomará agua de la jícara con el dedo medio de su mano derecha, derramará gotas sobre el piso (no en la estera) y pronunciará la invocación siguiente: - Omi tuto, ona tuto, tuto ile, tuto owo, tuto omo, ariku babawa. Esto quiere decir "agua fresca, camino fresco, dinero fresco, frescura para los hijos, longevidad, vida a través del padre todopoderoso". A continuación toma los 16 caracoles y el dinero que le entregó el cliente entre ambas manos y con un movimiento de frotación inicia el proceso de conjura con los rezos a los dioses del cielo: - Olorun, Olofin, Olodumare Es decir, "Dios poseedor del cielo, Dios de la Ley, Dios de la vida progresiva, el todopoderoso".
Si el consultante lo desea, en lugar de frotar los caracoles y el dinero entre sus manos, puede hacerlo con movimientos circulares directamente sobre la estera, utilizando para ello su mano derecha. A continuación, el consultante realiza los rezos de conjura, invocando por sus nombres religiosos a los sacerdotes y sacerdotisas de su familia religiosa ya fallecidos. Puede incluir nombres de iniciados que hayan sido pilares de estas prácticas. Los rezos que se pronuncian son: - Ibaé bayen tonu, timbelese Olodumare Lo que quiere decir "Todos aquellos muertos que están al servicio de Dios". - Ibaé bayen tonu...(primer nombre),Ibae... (segundo nombre),Ibae...(tercer nombre), Ibae... Se sigue de igual forma incluyendo la palabra Ibae (los que se fueron) antes de cada nombre. Acto seguido, se rinde tributo a los mayores vivos, comenzando con las personas responsables de su iniciación (padrino y madrina); esto se hace empleando la formula siguiente: - Kimkamashe...(nombre del padrino), Kimkamashe...(nombre de la madrina), Kimkamashe... Se continúa repitiendo la palabra kimkamashe (que quiere decir salud, buenos deseos, certeza en lo que se dice o se hace), en la medida que se mencionan los nombres de familiares y amigos pertenecientes a los cultos de adoración a las deidades, incluyendo
nombres de ahijados, compadres y religiosos conocidos. Posteriormente corresponde establecer la relación o conjura con los Orishas principales del panteón cubano; se comienza con Elegguá, que es la deidad oracular de la consulta en este sistema, utilizando el caracol que le pertenece. Después de Elegguá, se invocan los Orishas cuyos símbolos tiene el consultante en su local, cuidando de que la deidad tutelar del sacerdote quede para última, antecedida por Orúmila. El orden se ilustra a continuación. La invocación de un sacerdote cuya deidad tutelar sea Yemayá sería como sigue: • Elegguá, aquí estoy yo...(nombre religioso del sacerdote) mirando a...(nombre del consultado) con su caracol, para salvarlo de la muerte, de la enfermedad, de la brujería, de la hechicería, de todas las cosas malas; para que tenga salud, tranquilidad y desenvolvimiento. Oggún, aquí estoy yo...(nombre del sacerdote) mirando a...(nombre del consultado) con el caracol de Elegguá, para salvarlo de la muerte, de la enfermedad, de la brujería, de la hechicería, de todas las cosas malas; para que tenga salud, tranquilidad y desenvolvimiento. Oshosi...(se repite toda la invocación después del nombre de cada Orishas), Obatalá..., Babaluaye..., Inle..., Orishaoko..., Korikoto..., Aggayú..., Ibeyi..., Olorun..., Shangó..., Yewá..., Oba..., Oyá..., Oshún..., Orúmila..., Yemayá...
Esta conjura a los Orishas en Cuba se hace en lo que se ha dado en llamar "lucumí' y que en realidad se trata de una mezcla de dialectos que aún no han sido suficientemente investigados desde un punto de vista lingüístico, razón por la cual se ha preferido presentar su significado aproximado en español. Al terminar la conjura con los Orishas, el consultante recoge los caracoles y el dinero en su mano derecha, se los presenta al consultado en la frente, la nuca, la parte delantera del cuello, el hombro derecho e izquierdo, las rodillas y los pies, y posteriormente los deposita en las manos del consultado para que el oráculo reciba las vibraciones emitidas por este. En cada uno de los puntos en que se presentan los caracoles y el dinero, el sacerdote pronuncia las palabras siguientes:
1. Iguayu ori que significa "frente".
2. Eshu bako que significa "nuca".
3. Oyare bituto que significa "que siempre pueda respirar aire fresco"(se toca la hoyuela de la gargan- ta).
4. Akuala otun que significa "hombro derecho".
5. Akuala osi que significa "hombro izquierdo'.
6. Kunle owo, Kunle omo, Kunle aiku babawa se tocan sucesivamente ambas rodillas pronunciando estas palabras que significan "arrodillarse por respeto, arrodillarse por los hijos, arrodillarse para pedir larga
vida a Dios".
7. Ese meyi que significa "dos pies".
8. Owo otun que significa "mano derecha".
9. Owo osi que significa "mano izquierda".
Después el consultado deberá abrir sus manos para que los caracoles y el dinero caigan sobre la estera en el espacio entre él y el consultante. Este último recoge el dinero y lo pone a un lado. A partir de este momento comienza una nueva etapa en la consulta: la determinación del personaje oracular que representa al consultado. Una vez que el dinero se ha colocado a un lado, el consultante contará los caracoles que han caído en posición conversatoria y anotará en la hoja de papel el número correspondiente. Esta primera tirada de los caracoles, realizada por la persona que se consulta, determina el odum simple que representará la positividad en la composición del personaje oracular. Entre los sacerdotes cubanos no es común la práctica de entregarle al consultado los caracoles para que esto realice la primera tirada. Sin embargo, tal práctica es conveniente, puesto que de esta forma los caracoles puedrán recibir las vibraciones de la persona, quien de esta forma influirá en la composición del personaje oracular que ha de representarlo. Seguidamente el sacerdote recoge los caracoles, los frota entre sus manos y los tira sobre la estera al mismo tiempo que dice:
- Oshareo Esto quiere decir que los Orishas van a hablar. De nuevo se vuelven a contar los caracoles que caen en posición conversatoria y se anota el número correspondiente; de esta forma queda determinado el segundo odum simple que representará la negatividad en la composición del personaje oracular. En la hoja de consulta queda anotado por el sacerdote el personaje oracular u odum compuesto. Por ejemplo: 6-5. Estos números identifican a Obara Tonti Oshe, donde el primer odum representa la positividad, mientras que el segundo odum, representa la negatividad. Concluida la composición del personaje oracular que representa al consultado comienza una nueva etapa de la consulta en la que se determinarán las predicciones futuras. Los pasos que se siguen para determinar las predicciones futuras se basan en la utilización de los ibbos. Las predicciones sobre el futuro inmediato del consultado se hacen sobre la base del iré y los osobbo. El iré representa el bienestar, el bien, la positividad futura, e indica cuál será el medio o la vía por la que encontrará solución al problema que aqueja al consultado y que fue la causa por la cual busca la ayuda del sacerdote o consultante. Contrario al iré, el osobbo predice el mal,
problemas, obstáculos, enfermedades y otras negatividades, que pueden llegar incluso hasta la muerte. Como instrumentos de adivinación para determinar el iré o los osobbo que se presentarán en el futuro inmediato, además de los caracoles, se utilizan los ibbos. Los ibbos no son más que objetos que, sostenidos en las manos del consultado, permiten encontrar respuestas de sí o no a las preguntas o alternativas que se hagan sobre el futuro.
Los cuatro ibbos fundamentales son:
• Una pelota de cascarilla de huevo que recibe el nombre de efún.
• Un hueso de la pata derecha delantera de un chivo sacrificado a Eleggúa que se denomina dundun.
• Una piedra, de tamaño y forma similar a la pelota de cascarilla, a la que se le conoce como ota.
• Un caracol del tipo Oliva miniacea al que se le denomina aye.
Además de estos cuatro ibbos, también suelen utilizarse los siguientes:
- Una cabecita de muñeca de losa denominada ori aworan.
- Una semilla de guacalote o mate a la que se le llama
ewe ayo.
Los ibbos, como instrumentos de adivinación que complementan los caracoles, desempeñan un importantísimo papel dentro de la consulta oracular circunstancial. Entran en función a partir del momento en que se determina el personaje oracular u odum compuesto y continúan en uso hasta el final de la consulta. La primera pregunta o alternativa sobre el futuro que se realiza es la siguiente: -¿ El personaje oracular que representa al consultado viene con iré? Para encontrar una respuesta de si o no a esta interrogante, el consultado, al azar sostendrá en una de sus manos la pelota de cascarilla y en la otra la piedra. La pelota de cascarilla de huevo o efún representa la repuesta positiva a la interrogante formulada, mientras que la piedra u ota representa la respuesta negativa. Antes de entregar la cascarilla y la piedra al consultado, el sacerdote, tomando en sus manos primero la pelota de cascarilla, toca los caracoles diciendo efún siguayu, que significa que este ibbo representa la respuesta positiva; repite este procedimiento con la piedra, pero diciendo ota bekun, que quiere decir que la piedra representa el no o respuesta negativa.
Cuando el consultado ya tenga en una mano la cascarilla y en la otra la piedra, el sacerdote deberá determinar cuál de las manos del consultado, la derecha o la izquierda, sostiene al ibbo que representa la respuesta a la interrogante formulada. Una vez que el sacerdote, determina qué mano debe pedir, se tendrá la respuesta a la interrogante inicial. Así, por ejemplo, si pide la mano izquierda y en esta se encuentra la pelota de cascarilla, esto indica una respuesta positiva o, lo que es lo mismo, que Eleggúa nos dice que el personaje oracular que representa al consultado tendrá iré en el futuro inmediato. Si, por el contrario, al pedir la mano se encuentra en esta la piedra que representa la respuesta negativa, esto indica que el odum que representa al consultado no prescribe la positividad en el futuro, sino que viene con osobbo. La selección de la combinación de los dos ibbos que se utilizarán para el iré o el osobbo queda a criterio del sacerdote; no obstante debe tenerse en cuenta que no conviene utilizar el mismo ibbo de forma constante En la siguiente tabla se relacionan los diferentes ibbos que se utilizan para el iré y el osobbo.
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